Las manías más comunes en niños de 2 a 3 años
Los niños de 2 a 3 años suelen desarrollar una serie de manías o comportamientos repetitivos que pueden resultar desconcertantes para los padres. Estas manías son parte del desarrollo normal de los más pequeños y, si se manejan adecuadamente, suelen desaparecer con el tiempo. En este artículo, exploraremos algunas de las manías más comunes en esta edad y brindaremos consejos sobre cómo lidiar con ellas de manera eficaz.
La fase de las obsesiones
En esta etapa, muchos niños desarrollan obsesiones temporales por ciertos objetos o actividades. Puede ser un juguete específico, un color favorito o una rutina particular. Aunque estas obsesiones pueden parecer extrañas o sin sentido para los adultos, son una forma natural de explorar y comprender el mundo que los rodea. En lugar de intentar frenar estas obsesiones, es mejor permitir que el niño las experimente de manera segura. Asegúrate de ofrecer variedad en los juguetes y actividades disponibles para que el niño pueda explorar nuevos intereses a medida que evolucionan sus obsesiones.
El apego a objetos
Muchas veces, los niños de esta edad desarrollan un fuerte apego a un objeto particular, como un peluche o una manta. Este apego puede ser reconfortante y proporcionarles seguridad emocional. Aunque puede resultar inconveniente tener que llevar siempre ese objeto a todas partes, es importante respetar esta necesidad de seguridad del niño. Si el objeto no representa un riesgo para su seguridad y bienestar, permítele tenerlo cerca en situaciones que lo hagan sentir incómodo o estresado, como al dormir o en entornos nuevos.
La manía de la repetición
La repetición es una parte normal del desarrollo en la infancia temprana. A los niños les gusta repetir palabras, frases o acciones una y otra vez para afianzar su aprendizaje y comprensión del mundo. Por ejemplo, pueden pedir que les leas el mismo cuento una y otra vez o realizar la misma actividad en un bucle interminable. Aunque puede resultar agotador para los padres, esta repetición es esencial para el desarrollo cognitivo del niño. Intenta establecer límites y ofrecer alternativas cuando sea necesario, pero también permítele disfrutar de su rutina repetitiva en medida que no interfiera con otras actividades importantes.
El gusto por los rituales y las rutinas
Los niños de 2 a 3 años encuentran seguridad en los rituales y las rutinas. Pueden insistir en realizar ciertas acciones en un orden específico o negarse a cambiar su rutina diaria. Estos rituales les ayudan a sentirse más controlados y seguros en un mundo que aún están explorando. Es importante reconocer la importancia de estas rutinas y, siempre que sea posible, permitir que el niño las siga. Si es necesario hacer cambios en la rutina, asegúrate de comunicarlos con anticipación y ofrecer consuelo y apoyo durante la transición.
La aversión a ciertos sonidos o texturas
Algunos niños de esta edad desarrollan aversiones sensoriales a ciertos sonidos o texturas. Pueden sentirse molestos o incómodos con ruidos fuertes, ciertos alimentos o la sensación de ciertas telas. Estas aversiones son comunes y suelen desaparecer con el tiempo. Si tu hijo muestra una fuerte aversión a ciertos estímulos sensoriales, intenta proporcionar alternativas que le resulten más cómodas y gradualmente exposiciones controladas a esos estímulos para ayudarlo a superar sus miedos. Si la aversión persiste o afecta significativamente su calidad de vida, considera buscar la orientación de un profesional de la salud.
La necesidad de control
En esta etapa, muchos niños desarrollan una necesidad de controlar su entorno. Pueden resistirse a seguir instrucciones o tomar decisiones por sí mismos de manera desafiante. Esta necesidad de control es parte de su proceso de desarrollo y está relacionada con su creciente autonomía. Para manejar esta manía, es importante ofrecer a los niños opciones limitadas y estructura clara. Esto les permite sentir que tienen cierto control sobre su vida, sin dejar que su necesidad de control se vuelva abrumadora.
La fascinación por los números y las letras
En esta edad, muchos niños desarrollan un interés particular en los números y las letras. Pueden pasar horas jugando con números o memorizando letras del alfabeto. Aprovecha esta fascinación para ayudarlos a desarrollar habilidades cognitivas y de lectoescritura. Proporciona juegos y actividades que involucren números y letras de manera divertida y estimulante. Celebrar sus logros y fomentar su curiosidad les ayudará a desarrollar su amor por el aprendizaje.
La imitación de comportamientos adultos
En esta etapa, los niños observan y absorben todo lo que ven a su alrededor. Pueden imitar comportamientos adultos, como hablar por teléfono o cuidar de sus muñecos. Estas imitaciones son una forma de aprender sobre el mundo y desarrollar habilidades sociales y emocionales. Aprovecha esta manía para enseñar habilidades básicas y fomentar la imaginación y la creatividad. Brinda a tu hijo oportunidades para jugar roles y participar en actividades familiares.
La manía de coleccionar objetos
Algunos niños de esta edad desarrollan una pasión por coleccionar objetos. Pueden interesarse por piedras, hojas, juguetes pequeños o cualquier otro objeto que encuentren fascinante. Fomenta esta manía proporcionando oportunidades para recolectar y clasificar objetos. Puedes crear un espacio especial donde tu hijo pueda exhibir su colección y enseñarles a cuidar de sus objetos. Esta manía fomenta el desarrollo de habilidades de organización y curiosidad.
La manía de repetir palabras o frases
Algunos niños de esta edad pueden tener la manía de repetir palabras o frases una y otra vez. Esta repetición puede ser un mecanismo de autorregulación o simplemente una forma de experimentar con el lenguaje. Aunque puede resultar desconcertante en ocasiones, es importante recordar que esta es una fase transitoria y que, con el tiempo, el niño ampliará su vocabulario y habilidades lingüísticas. En lugar de corregir o interrumpir esta repetición, escucha atentamente y responde de manera adecuada para fomentar la comunicación y el desarrollo del lenguaje.
Las manías en niños de 2 a 3 años son parte normal de su desarrollo y, en la mayoría de los casos, desaparecen con el tiempo. Aunque pueden resultar perplejantes para los padres, es importante recordar que estas manías son una forma natural de explorar y comprender el mundo que los rodea. Al permitir que los niños experimenten estas manías de manera segura y proporcionarles apoyo y orientación adecuados, ayudamos a fomentar su desarrollo cognitivo, emocional y social.
¿Cuándo debo preocuparme por las manías de mi hijo?
Las manías en los niños son parte normal del desarrollo. Sin embargo, si una manía persiste durante un período prolongado de tiempo o afecta significativamente la vida diaria del niño, es recomendable buscar la orientación de un profesional de la salud.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a superar una manía?
Cada manía es diferente y requiere un enfoque único. Sin embargo, en general, es importante ofrecer apoyo emocional, establecer límites claros, proporcionar alternativas y buscar orientación profesional si es necesario.
¿Es normal que mi hijo tenga más de una manía?
Sí, es completamente normal que los niños tengan más de una manía. Las manías suelen ser temporales y pueden cambiar a medida que el niño crece y se desarrolla.
¿Cómo puedo distinguir una manía normal de un trastorno del desarrollo?
Si tienes preocupaciones sobre el desarrollo de tu hijo, es recomendable buscar la orientación de un profesional de la salud. Ellos podrán evaluar adecuadamente cualquier preocupación y brindar las recomendaciones adecuadas.
¿Qué más puedo hacer para apoyar el desarrollo de mi hijo?
Además de manejar las manías de manera eficaz, es importante brindar a tu hijo un entorno seguro y estimulante, fomentar el juego creativo, leer juntos y buscar oportunidades para el aprendizaje y la exploración.