¿Qué es el trastorno mental por hipermusculación?
El trastorno mental por hipermusculación, también conocido como vigorexia, es un trastorno psicológico que se caracteriza por la obsesión y la preocupación excesiva por obtener un cuerpo musculoso y atlético. Las personas que padecen esta condición suelen tener una distorsión de su imagen corporal y creen constantemente que su físico no es lo suficientemente musculoso, a pesar de tener un nivel de musculatura significativo.
Causas y factores de riesgo
El trastorno mental por hipermusculación puede ser causado por una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales. Algunas posibles causas incluyen:
La influencia de los medios de comunicación y la sociedad en general puede ejercer una presión significativa sobre las personas para que alcancen un estándar de belleza irrealista. La cultura de la perfección física y la imagen corporal idealizada pueden contribuir al desarrollo de la vigorexia.
Baja autoestima:
Las personas con baja autoestima pueden recurrir a la búsqueda de un cuerpo musculoso como una forma de mejorar su imagen y sentirse más seguras de sí mismas. Obtener comentarios positivos de los demás sobre su físico puede brindarles una sensación de validación y valoración.
Experiencias de bullying o trauma:
Las experiencias negativas en la niñez o la adolescencia, como el bullying o el abuso, pueden llevar a la búsqueda de un físico musculoso como una forma de protección o para evitar futuros ataques. La hipermusculación puede convertirse en una forma de controlar y protegerse de situaciones traumáticas pasadas.
Trastornos de la alimentación:
Algunas personas con trastornos de la alimentación, como la anorexia o la bulimia, pueden desarrollar vigorexia como una manifestación de su obsesión por controlar su cuerpo. La búsqueda de una musculatura excesiva puede ser una forma de compensar la pérdida de peso o controlar el miedo a engordar.
Perfeccionismo:
Las personas con tendencia al perfeccionismo pueden ver la hipermusculación como una meta alcanzable y medible, lo que les brinda un sentido de logro y satisfacción. Sin embargo, esta búsqueda extrema de la perfección puede tener consecuencias negativas para su salud física y mental.
Señales y síntomas del trastorno mental por hipermusculación
El trastorno mental por hipermusculación puede manifestarse de diferentes maneras, y los síntomas pueden variar de una persona a otra. Algunas señales comunes a tener en cuenta incluyen:
Obsesión con la musculatura:
Las personas con vigorexia suelen estar obsesionadas con la idea de tener un físico musculoso y pasan gran parte de su tiempo pensando en ejercicios, dietas y rutinas para lograrlo. Esta obsesión puede interferir con su vida cotidiana y provocar problemas en sus relaciones, trabajo o estudio.
Continua búsqueda de la perfección:
Las personas con vigorexia nunca están satisfechas con su apariencia física y constantemente se desafían a sí mismas para alcanzar estándares cada vez más altos de musculatura. Por más resultados visibles que obtengan, siempre sienten que no es suficiente.
Dedicación excesiva al ejercicio:
Las personas con vigorexia suelen pasar largas horas en el gimnasio o realizando ejercicio físico intenso, incluso cuando están cansadas o lesionadas. Pueden llegar a evitar situaciones sociales o compromisos para poder enfocarse en su entrenamiento.
Alteraciones en la alimentación:
Las personas con vigorexia pueden tener una alimentación restrictiva y controlada, evitando ciertos grupos de alimentos considerados «no saludables» o «engordantes». También pueden recurrir a suplementos o esteroides para lograr un aumento de la masa muscular.
La obsesión por el físico y la dedicación constante al ejercicio pueden llevar a un aislamiento social progresivo, ya que la persona prioriza su entrenamiento por encima de las relaciones personales y las actividades sociales.
Tratamiento para el trastorno mental por hipermusculación
El tratamiento del trastorno mental por hipermusculación puede requerir una aproximación multidisciplinaria que incluya profesionales de la salud mental, médicos y nutricionistas. Algunas opciones de tratamiento que pueden ser útiles incluyen:
Terapia cognitivo-conductual:
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una forma de tratamiento psicológico que se enfoca en modificar los pensamientos y comportamientos negativos asociados con el trastorno. Puede ayudar a la persona a identificar y cuestionar las creencias irracionales sobre su cuerpo y trabajar en estrategias para mejorar su autoestima y su relación con la imagen corporal.
Apoyo psicoterapéutico:
El apoyo psicoterapéutico puede ofrecer un espacio seguro para que la persona pueda explorar y expresar sus emociones relacionadas con la vigorexia. Un terapeuta puede brindarle orientación y apoyo emocional, así como ayudarle a desarrollar habilidades de afrontamiento más saludables.
Evaluación médica:
Es importante que las personas con vigorexia sean evaluadas por un médico para evaluar posibles daños físicos causados por el exceso de ejercicio o por el uso de esteroides. El médico puede brindar el tratamiento adecuado y hacer seguimiento de la salud general de la persona.
Nutrición adecuada:
Un nutricionista puede ayudar a la persona a establecer una alimentación equilibrada y saludable, evitando los extremos y enseñando la importancia de nutrir el cuerpo de manera adecuada. El nutricionista también puede educar sobre los efectos negativos del uso de suplementos o esteroides en la salud.
¿La vigorexia solo afecta a hombres?
No, aunque se tiende a asociar más con hombres, la vigorexia también puede afectar a mujeres. Todos los géneros pueden experimentar una obsesión por conseguir un cuerpo musculoso y atlético.
¿Puede la vigorexia causar problemas de salud?
Sí, la vigorexia puede tener consecuencias negativas para la salud física y mental. El exceso de ejercicio, la alimentación restrictiva y el uso de esteroides pueden provocar lesiones musculares, desequilibrios nutricionales y daños en diferentes órganos.
¿La vigorexia se puede curar?
Sí, con el tratamiento adecuado, muchas personas pueden recuperarse de la vigorexia y tener una relación más saludable con su cuerpo. Es importante buscar ayuda profesional para obtener un tratamiento personalizado y completo.
¿Cómo puedo ayudar a alguien que pueda estar sufriendo de vigorexia?
Lo más importante es mostrarle apoyo y comprensión. Anímale a buscar ayuda profesional y ofrece tu apoyo emocional durante el proceso de recuperación. Evita hacer comentarios negativos sobre su físico o ejercer presión para que cambie sus hábitos de ejercicio o alimentación.
¿Puede la vigorexia recaer?
La vigorexia puede ser una condición crónica y algunas personas pueden experimentar recaídas en el futuro. Es importante mantener un seguimiento regular con los profesionales de la salud y desarrollar estrategias de afrontamiento para evitar recaídas.